Ocurrió en Engelwood Cliffs

Su aspecto de oficinista mortalmente aburrido, engaña. La mirada de workaholic desquiciado con la cabeza constelada por trastornos obsesivos que se adivina tras sus gruesos anteojos, no.

Siempre inquieto, siempre insatisfecho, siempre buscando algo mejor y no conformándose con lo bueno, Rudy van Gelder fue lo más parecido a un verdadero jazzman sin ser músico. Y no son pocos los verdaderos jazzmen, los mejores jazzmen, los más grandes jazzmen paridos por la historia, que han grabado con él como ingeniero de sonido.

Van Gelder nos dejaba este verano y, desde El Aperitivo del Ritual, no se nos ocurre mejor homenaje que empezar nuestra tercera temporada dedicándole una hora a algunas de sus grabaciones para el mítico sello Blue Note, cosa para la cual nos acompaña un sospechoso conocido: el escritor y hombre de inquebrantable criterio, Antonio Padilla.

La cosa vuelve a ocurrir mañana viernes, de 20h a 21h, en el 100.5 de la FM condal o a través de www.radiociutatvella.es

De vuelta a las aulas

Tras meses de arrinconamiento involuntario, los acometedores del Take Ivy hemos retomado el proyecto con la idea de convertirlo, de una puñetera vez, en evento fijo del calendario nocturno barcelonés; estableciéndolo como otro de los cada vez más escasos rincones cool de una Barcelona cada día más abocada al plástico.

La apuesta, ya lo saben, ya lo ven, se centra en el Ivy League look: La que fue bandera estilística del pijerío estadounidense de una época pero que, en atravesar el charco, fue hábilmente fagocitada por las subculturas europeas -mods y skinheads originales, in primis- que llevaron sus elementos y su feeling a las calles, a los clubes. A la marginalidad secretista de quien vive en ese círculo concéntrico alejado del aburrido, previsible y frustrante mundo square.

Para este retorno a las aulas del Soul, el Reggae, el R&B y el Jazz, el 8 de octubre en el New Underground (Aviació, 5, Les Corts), contamos con el aporte de dos guest djs de enjundia: el francés afincado en Granollers, Christophe Imbert, alias Tof, y el italiano afincado en Igualada, Bazza. Ambos, secundados por la tripleta de nerds que constituimos la organización del sarao: Lluís Cardenal, Dani Urbano y servidor.

Más información, en el precioso cartel (obra de Dani) o en caralibresco EVENTO.

Asalto suicida a la capital

Con la Heckler & Koch debidamente desempolvada y engrasada tras el asueto veraniego, Ulpiano vuelve a ponerse en marcha y recala, el próximo viernes 30, a eso de las 19h00, en la mítica librería Generación X, de la madrileña calle de Puebla. En el n.º 15, para más señas.

En ésta, su primera degollina en las entrañas de la Villa y Corte, cuenta con un poderoso aliado en la subversiva figura de Daniel Bernabé: acometedor de incómodos textos en La Marea y perpetrador de libros peligrosos como “Trayecto en Noche Cerrada” o “De Derrotas y Victorias”; además de merecidísimo autor al prólogo de la versión española de “The Vulture”, obra literaria del rapper y decidor de verdades por excelencia, Gil Scott-Heron.

Juntos, presentarán la segunda entrega del hijo de puta a sueldo de La Agencia y hablarán de casquería literaria y de novela POPular y, un poco, de lo que les parezca.

Ya en su versión de ciudadano de a pie, y aprovechando el paso por Madrid, al plumillas le han hecho el honor de invitarle a poner algunos discos en el mítico Mod Generation Club junto a su conciudadano, David Undersounds y con el directo de los valencianos Thee Vertigos, asilvestrados ejecutores de clang-clang-clang vintagista a golpe de Gibson Epiphone y maracas.

El aquelarre tiene lugar el sábado 1 de octubre, tarde y noche, respectivamente en el Mongo Bar y en el Trash Can y uno se huele ya el resacón mortal del day after.

Si desean más información, pueden acceder a sendos grupos féisbuqueros, AQUÍ (el Palopeo) y ACÁ (el del modernisteo generacional).

Adiós a un punto cardinal

Decir que Ringo rompió con los cánones de la buena mesa y reinventó un mundo a su perfecta medida es sólo empezar a hablar de él. 

Ringo hizo mucho más. Fue mucho más.

Incluso para quien, como yo, perdió todo contacto con él durante muchos años, no dejó nunca de ser un punto de referencia, un agitador de estereotipos. Alguien que te recuerda la intensa libertad que subyace a una vida subcultural, pero también el precio que hay que pagar por ella.

Un precio elevado, pero nadie dijo que esto fuera a ser fácil, ¿verdad?

En tiempos donde la condición subcultural apenas sí trasciende la compra de determinados ropajes y discos en plataformas online, donde parece una opción más de consumo y está pacatamente desposeída de toda carga ultrajante, ahí estaba él -y ahí estará, imborrable, su recuerdo- para rebatir toda forma de banalización. Para decir que no, que no es sólo tener ese disco, que hay más.

Que tiene que haber más.

Que en esta peli todavía hay buenos y malos y que, lo que más les puede joder a estos últimos, es vivir al margen de su farsa. Tal cual lo hizo él, hasta el último día, sin acojonarse, sin pasos en falso, sin titubeos. Coherente, pétreo y maravillosamente obcecado.

Obsesionado con su arte y su mundo; ambos altamente contagiosos.

Ringo, te llevas el agradecimiento eterno de quienes hemos crecido guiándonos a menudo por tus puntos cardinales, aunque jamás mostraste ni un ápice de conducta paternalista.

Allá donde estés, haz buen viaje.

Torpedeante regreso

Ha pasado el verano y ya es hora de desperezar la osamenta del cuerpo, sacarse las legañas de los ojos, afeitarse el robinsoncrusoe de la barbilla y cortar las uñas dejadas convenientemente crecer para un óptimo rascado oval.

Con unos cuantos proyectos en mente y novedades que se irán anunciando según proceda, anticipo ya la sesión a la que, para la noche de este viernes 9, he sido invitado por Iván Azagra, alias Thorpedo, en ese mítico enclave del underground vintagista barcelonés llamado Bárbara Ann; en la calle Taquígraf Garriga 163, barrio de Les Corts.

La idea, ya pueden verlo por el cartel, es aunar sonidos que nos apasionan por primera vez ya que, si bien he tenido el honor de ser entrevistado por él en su programa, Fuera de Señal, en más de una ocasión (intercambiando él en El Aperitivo del Ritual), es ésta la primera vez que compartimos cabina.

La primera y, posiblemente, la última ya que, lamentablemente, la de DJ es otra actividad que, junto a la de la radio, Iván aparcará sine die para dedicarse, eso sí, a su labor al frente de los Thorpedians. Un canto del cisne agridulce, por tanto, ya que dejará de pinchar singles, “para concentrarme en grabarlos”, según le he oído decir por ahí.

No hace falta disir nada más, pues. Sólo que se les espera con las cervezas debidamente puestas a enfriar y que si lo que necesitan es más información, la pueden obtener con pasmosa facilidad en el EVENTO feisbuquero de marras.