Lo he contado tantas veces, pero
fue así y no de otra manera. Al menos, así lo recuerdo, que es lo importante.
Una sala bonita, en un sótano
valenciano, tal vez doscientas personas y ahí, en un espacio que no tenía ni
escenario, vi a Tommy Hunt por primera vez. Puede, de hecho y ahora que lo pienso,
que aquél fuera el primer concierto de una figura legendaria del Soul que vi en
mi vida. El primero de un buen puñado.
El caso es que cada vez que oigo
hablar de Tommy Hunt, que le escucho, que veo alguna fotografía suya, no puedo
evitar pensar en aquella noche en un Autumn Mod Rally, a mediados de los 90,
bailando el “Crackin’Up Over You” delante de sus narices, el hombre exhibiéndose
sin ni siquiera una banda de apoyo, con el único acompañamiento de unas bases
pregrabadas a modo de karaoke de sonido infame. Pero daba igual. La soulfulness
estaba ahí. Él estaba ahí. Nosotros, enfundados en trajes, pantalones, camisas,
corbatas, foulards, estábamos ahí.
Tuve el póster de aquella
actuación durante años, colgando de alguna pared de mi habitación.
Le volví a ver en las fiestas de
mi barrio, hace pocos años, menos de cinco, en una noche fría que Hunt calentó
con su sonrisa y el ala soulful de su repertorio y me lo perdí en su reciente
visita al Upload, entregándose al repertorio de los Flamingos junto con los
impecables Velvet Candles, cosa que me supo mal, y más habida cuenta de que
quien organizaba el certamen era ese incansable luchador por la calidad musical
en Barcelona llamado Juan Ibáñez.
No obstante, Hunt vuelve este fin
de semana a Barcelona, y lo hace al frente de los barceloneses Twisted Wheels, con
un repertorio más centrado en su trabajo en los 60 y en lo que se vio a sí
mismo haciendo ante la masa enfurecida de un Wigan Casino en llamas, en los 70,
cuando la casualidad quiso que se percatara de que, si bien en EEUU nadie se
acordaba ya de él, en la Inglaterra del norte su estatus era ya legendario.
La cosa se enmarca en el fin de
semana Barcelona Got Soul, promovido por el DJ de Perpiñán Laurent Vidal, que
tiene lugar viernes en el New Underground y sábado en el Upload y donde tengo
el placer de compartir cabina con el belga Kristof Vermeulen, con el británico
Paul Ridley, con los franceses Roch Vidal, Antoine Nassier, Laurent Vidal y Fast
Eddie y con mi insigne conciudadano, Julián Reca. Juntos, amenizaremos la
fiesta a la sombra del inmortal Tommy Hunt tras el bolo de éste.
La información completa y
detallada, la tienen, cómo no, en el EVENTO del Facebook.
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