Con nuevo libro bajo el brazo y su habitual dosis de ironía, la periodista y escritora Marta D. Riezu se deja caer por El Bar del Post para hablar de una buena suerte que no siempre estuvo de su lado, del placer de construir un libro, de saber no perder de vista quién se es y de una Barcelona de la que, a menudo, sus propios ciudadanos no son dignos.
Con su nueva novela recién publicada, Ferran Vallespinós se atiza un gintónic de Beefeater en El Bar del Post y habla de vivir todas las vidas posibles en una sola, de navegar cruzando el Atlántico, de ser alcalde vocacional, biólogo, empresario, traductor, ensayista y divulgador, y de una Barcelona por cuyas calles y esquinas salen al paso, irremediablemente, trozos apasionantes de la Historia.
Tomen nota: será el 3 de noviembre. Ese día llegará a sus librerías de confianza “Todos habían dejado de bailar” (Roca), el nuevo tochito de servidor que ha resultado, además, libro ganador de la última edición del premio L’H Confidencial. Un cuento que tenía muchas ganas de escribir y que busca agarrar al lector y meterle en el submundo jazzístico, arrabalero y pandillero de la Barcelona de 1962. Sus locales, sus calles, sus peligros, sus policías y ladrones, su tiempo fuera del tiempo.
La cosa viene impecablemente encartada con la portada, obra del admirado Adrià Ferrer, El Marquès, y la foto de interior solapa, de la que se vuelve a encargar el inimitable Sergi Escribano. Y, claro está, se están preparando los fastos para celebrar el alumbramiento bibliográfico, de los que serán detalladamente informados, pues el asunto tiene miga.
De momento apúntense fechas y lugares:
Sábado 5 de noviembre a las 19h00: La Bòbila, L’Hospitalet de Llobregat, premiación L’H Confidencial
Viernes 18 de noviembre a las 18h00: Jamboree, Barcelona, presentación con un concierto muy especial
Sábado 26 de noviembre a las 13h30: Coco Bar -Tirso de Molina, Madrid, presentación con aperitivo y sesión de tarde con Djs (de los buenos)
En breve, ya digo, toda la información relativa a los festejos, en los que, duda cabe, me encantará verlos y saludarles.
Y, ya no digamos, estampar mi rúbrica sobre su copia del libraco sobre el que pueden obtener más información en ESTE ENCLACE.
Maximiliano Rodríguez Vecino celebra la publicación de su segunda novela con una parada y fonda en El Bar del Post para habar de vivir distintas crisis a ambos lados del océano, de sufrir en sus carnes –y en las de su familia-- las punzadas y latigazos de xenofobia, de superar los embates y saberse levantar del suelo y de una Barcelona donde la gente camina y respira diferente.
Último superviviente de aquella escena de músicos que acercó a Barcelona el Hard Bop hace 60 años, y todavía en activo a sus 91 primaveras, el pianista Pere Ferré hace un alto en El Bar del Post para atizarse un lingotazo de Giró con tónica. Se habla de su recorrido vital por clubes míticos como el Jack's o el Jamboree, de las malas pulgas de Joe Newman, de sentirse siempre como un músico accesorio cuando Tete Montoliu no estaba y de aquella Barcelona irrepetible de los 60 a la que, no obstante, dice, tampoco hay que mitificar.
Con grandísimo pesar, El Aperitivo del Ritual se ve en la tesitura de tener que despedirse del público que, durante ocho temporadas, nos ha acompañado en mil y una excursiones sonoras por múltiples meandros de esa Gran Música Negra que nos tiene el alma arrebatada. Una decisión que también han tomado los equipos de La Hora Elvis del Ritual Nocturno y de 96 Trips
El motivo es que desde Ràdio Ciutat Vella se ha decidido que, en adelante, los responsables de los programas, que hasta la fecha han conformado su programación a base de una labor completamente gratuita y militante, deben además pagar un dinero para el mantenimiento de la emisora. Parece que el compromiso y trabajo de alimentar semana tras semana la parrilla, pensando, desarrollando y grabando programas que buscan aportar la máxima calidad, ya no es suficiente.
Somos conscientes del contexto difícil en que una emisora como Ràdio Ciutat Vella sobrevive. Muy especialmente, en momentos complicados como el actual. No obstante, quienes hasta la fecha hemos sido responsables de dotar de contenidos su programación pensamos que no se han explorado, ni mucho menos, todas las vías para que, una radio con solera y situada en un emplazamiento privilegiado como ésta, busque fuentes de financiación. Y, sobre todo, creemos que no nos corresponde a quienes ya colaboramos regalando muchas horas de nuestro trabajo al proyecto, con no pocos sacrificios personales para mantener la constancia de nuestros programas, asumir además sus costes estructurales.
Por supuesto, queremos desear toda la suerte a Ràdio Ciutat Vella en esta nueva andadura basada en el modelo de copago; y agradecerles el poder haber dispuesto de su estudio para contribuir a difundir los sonidos que tanto nos gustan y que prácticamente ninguna de las actuales grandes emisoras –menos aún, las radiofórmulas—contempla. Gracias, cómo no, a todos los invitados que han colaborado en estos años: músicos, Djs, escritores, periodistas, responsables de sellos, amantes de todo ese caudal sonoro. Y a nuestros técnicos de sonido, por supuesto, empezando por el inmenso Edu Domínguez. A todas y todos, gracias de corazón.
Pero, ante todo, El Aperitivo del Ritual quiere expresar su eterno agradecimiento a Leo Castro: el hombre sin el que ninguno de todos estos aperitivos sonoros hubiera podido ni tan siquiera concebirse. Él es quien merece, más que nadie, un fuertísimo aplauso.
Por lo demás, se cierran unas puertas y se abren otras, así que vamos a explorar nuevas alternativas para que la música siga sonando y los bailes desatándose y, con ello, para que la vida sea un poquito mejor.
Hasta entonces, ya saben, sean felices
Con su debut literario recién publicado, y presentado durante la Setmana del Llibre en Català, el escritor Jordi Corbera Bachs se toma una cerveza bien fría en El Bar del Post para hablar de cómo algo se le movió muy adentro un día de mayo de hace dos años, corriendo a los pies de la Tres Chimeneas de Sant Adrià; de haber pergeñado nada menos que tres obras en poco más de un año y de una Barcelona cuya ciudad vieja vivió de cerca en su juventud, en aquellos momentos previos al éxodo de barceloneses en favor del actual parque temático para turistas.
