Hubo un tiempo, cada vez más remoto,
cada vez más olvidado, en que cuando alguien organizaba un evento, pongamos un
festival, y le ponía un nombre, pongamos “Festival de Jazz de Barcelona”, las actuaciones que se programaba eran, ni más ni menos, de artistas de Jazz o, en todo
caso, de sonidos muy afines como el Blues o el Góspel.
A nadie, en aquella época ya ancestral,
se le ocurría incumplir con el trato que se establece con el público a través
del nombre del evento que se organiza, coordina y/o representa.
A nadie, oigan.
Conscientes de lo raro que suena esto
en estos tiempos, cuando en el cartel del certamen antes mencionado u otros
como, por ejemplo, algún festival presuntamente dedicado a la música negra, los
artistas invitados reflejan los géneros anunciados entre poco, nada y el tratar
al público como un hatajo de imbéciles; desde El Aperitivo del Ritual queremos
recuperar dos episodios singulares en el desarrollo musical de la Ciudad Condal.
Cuando el Hot Club de Barcelona, la
organización que antes que nadie se preocupó de que la música afroamericana
sonara en esta ciudad, amén de inductora del Jazz y el Blues en España,
consiguió acercar a estas latitudes la gira itinerante American Blues &
Folk Festival, lo que sonó en aquellas dos noches de 1965 y 1968, sobre el
escenario del Palau de la Música, fue -¡oh, sorpresa!- Blues, Folk Blues y
R&B.
Inaudito, ¿verdad?
Esta tarde, con la inestimable ayuda
del DJ, coleccionista y usual suspect
del Aperitivo del Ritual, Lluís Cardenal, vamos a hacer sonar a algunos de
aquellos artistas que enamoraron y hermanaron a centenares de barceloneses con
la música negra.
