Lo llevas en tu nombre, Philadelphia: la ciudad del amor fraternal. Así te llamaron aquellos cuáqueros que te fundaron en 1682. Así empezó tu historia, la de una metrópolis musical que ha acabado por ser paradigma de resistencia, de vigor, de hermandad frente a tantos despropósitos a los que la sociedad estadounidense, en connivencia con su execrable clase política, ha sometido a su propio país.
Pero Philadelphia es fuerte, y una de las claves para entender su fortaleza es la increíble banda sonora que, desde mediados del siglo XX, ha acompañado a sus habitantes y ha lanzado, por todo el orbe, un mensaje de amor y cohesión, de hermandad entre desconocidos y de firmeza ante los embates del autoritarismo casposo, como ha vuelto a quedar demostrado el castigo colectivo al que esta urbe ha sometido a esa ultraderechista rémora llamada Trump.
Esta tarde, desde El Aperitivo
del Ritual, empezamos a callejear por sus largas y anchas avenidas sonoras, en
compañía de una de las máximas autoridades en música afroamericana de este
país, Eduardo Domingo, DJ, coleccionista, vendedor de discos de larguísimo
recorrido y coorganizador del veterano Movin’On Soul Club de Barcelona.
Escuchen, pues, el acompasado rumor de las calles de la capital de Pennsylvania en nuestro horario y dial habitual: De 20h a 21h, en el 100.5 de la FM de Barcelona o a través de www.radiociutatvella.es
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