Hace unos años, la que consideraba una amiga suya le jugó a Julià Bretos una muy mala pasada laboral. Aquello fue, paradójicamente, el desencadenante de una pasión por seguir el rastro de Gaudí y hurgar en la historia oculta del templo de La Sagrada Familia que ha revertido en varios libros publicados y algunos otros de próxima aparición. De todo ello habla, Julià, gintónic en mano en El Bar del Post.
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