Con una sonrisa que irradia pura vida, la actriz, cantante y directora teatral Queralt Albinyana se deja caer por El Bar del Post para hablar de ser capaz de trascender la dependencia al aplauso del público, de su irrefrenable tendencia a meterse en fregaos artísticos de toda índole, de una familia que ama y con la que se siente arropada, del amor por el Blues y de una Barcelona en algunos de cuyos rincones bailó, amó y lloró y ahora, ya, no existen.
(La foto es del inmenso Joan Linux)
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