Inmolación en Bass Wee Juns

 

El Take Ivy es un suicidio, lo sabemos. 

Es deslizarnos hacia la boca del lobo con nuestros mejores Brogues puestos. Es prendernos fuego con nuestra button down collar de Brooks Brothers impecablemente planchada. Es volarnos la tapa de los sesos -eso sí- con unos driving gloves dignos de anuncio de Playboy de 1966, perfectamente calzados sobre nuestras manos.

Nos despeñamos, sí, pero lo hacemos al ritmo de los sonidos del Soul extraño, el R&B tremebundo, el Jazz exacto y el Reggae cálido; y con la raya del pantalón afilada, irrompible y marcando nuestros meridianos.

Así que sí, lo sabemos, los tres perpetradores del evento somos plenamente conscientes de ello: el Take Ivy, en una ciudad como Barcelona, es un acto de inmolación, de pura Fe.

Es, para que nos entendamos, como Diógenes desnudo e iracundo, recorriendo a paso veloz las calles de Atenas a plena luz del día pero con un farolillo encendido, profiriendo “¡busco a un hombre!”. O como aquellos místicos medievales que, imbuidos por penetrantes rayos de luz divina, caminaban sobre el vacío desafiando la gravedad. 

Nuestra luz, no obstante, es una idea: la de una Barcelona donde poder disfrutar de un espacio dedicado a esos sonidos, donde se aman esas estéticas y se entienden esas obsesiones. La obsesión por la ropa como segunda piel, por el estilo como necesidad y por el baile como forma de seguir viviendo. 

Algo así como los tiburones que, cuando dejan de nadar, simplemente fallecen.

Por eso, testarudos como asnos andinos, obcecados como monjes cartujanos y con la flexibilidad mental de un Gran Torino con cuatro latas de lager de más, nos empeñamos en seguir ofreciendo sesiones del Take Ivy en el New Underground de Les Corts. En Barcelona. En esta ciudad cerril donde hasta el underground no escapa del tópico banal y el mínimo común denominador.

Pero, eh. La próxima cita es el 18 de febrero, a partir de las 23h, y con dos invitados de enjundia: el británico James Thomas, con una buena selección que irá del Blues bailable al Soul Jazz, y Agustí the Crab, con sus imparables bombazos del mejor Reggae y Rocksteady.

Y tienen el evento caralibresco AQUÍ.

Y les esperamos para inmolarse en nuestra compañía.