Además de dar cobijo a El
Aperitivo del Ritual desde hace ya tres temporadas, Ràdio Ciutat Vella es hogar
de programas tan trascendentes, en nuestro callejero musical alternativo, como
El Ritual Nocturno, acercando el R&R clásico al oyente desde 1991; La Hora
Elvis, la voz del Amo, ya saben; RCV Sound System, irreductible espacio
dedicado al Reggae y aledaños o L’Hora del Ramunet, último baluarte radiofónico
de la Rumba Catalana.
Por su dial han desfilado
propuestas como Zam Zam, La Rebelión de los Antioxidantes o Bad News y, a la
vez, a su amparo siguen naciendo y creciendo nuevos espacios como Flying
Carpet.
Minorías y mezcolanzas
Semejante trayectoria convierte a
Ràdio Ciutat Vella -muy por encima de consideraciones, luchas y dimes y diretes
políticos- en una institución clave para las expresiones menos mercantiles del
entorno musical barcelonés, alejadas de radiofórmulas despersonalizadas,
tendencias efímeras y formatos vacuos orientados al mínimo común denominador.
Esta función tan eminentemente
enriquecedora para el maltrecho sustrato musical barcelonés (y no sólo),
destaca todavía más si se tiene en cuenta la posición de éste, nuestro 100.5 de
la FM condal, como vehículo cultural de titularidad pública. Lo que dota de una
misión específica, la de plasmar en su parrilla la complejidad y diversidad de
una zona donde multietnicidad y multiculturalismo conviven y afrontan retos
similares en la construcción de un centro mejor, abierto a todos, que esta
radio demuestra llevar a cabo como pocos otros medios de información lo hacen.
Una misión hoy más necesaria que
nunca, cuando el terrorismo, además de matar, enciende odios, alienta racismos
y da voz a cretineces supremacistas de uno y otro lado.
Una firmica, se lo ruego
Por eso, ahora, cuando tras todos
estos años de bagaje acumulado, todas estas horas de música y verdad, existe
una amenaza real de cierre de esta radio, les pido desde aquí que contribuyan a
evitarlo participando en la campaña de recogida de firmas de Change.Org a la
que pueden acceder a través de ESTE ENLACE.
Y, oigan, por delante las
gracias.
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