Miqui Otero se toma un alto en su
labor de escritor, periodista, padre de dos churumbeles y de estar en plena
fase de promoción de su última novela, “Simón, para atizarse unos quintos en El Bar del Post y hablar de un tocayo que definió su firma, de un reto que le lanzó Francisco
Casavella y de una Barcelona que es más patria que cualquier otra patria.
La chulísima foto es de Elena Blanco
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