Con un recién publicado impresionante volumen sobre la obra del gran Ibáñez, el periodista experto en cómic Jordi Canyissà se acoda a la barra de El Bar del Post para hablar de cómo echarle la zarpa a un tebeo de Mortadelo y Filemón, cuando tenía cuatro años, varió el curso de su existencia; de estudiar francés, porque en el país vecino es donde –europeos ellos-- se tomaban la historieta en serio; de cómo Jacques Tardi le voló la mente y de todas las Barcelona que cabían en el paseo de Sant Joan de su infancia.
(La foto es de Gemma Lasen)
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