lunes, 30 de septiembre de 2019

Otra cicatriz en nuestra ciudad



Se añade, hoy, una cicatriz más, una especialmente profunda y dolorosa, sobre la castigada superficie de la piel cultural de esta ciudad y, más en general, ampliando el foco, de este país. Que también.

Que la única librería específicamente dedicada al universo literario negrocriminal de toda España, SomNegra, se vea abocada a echar el cierre, tras siete años haciendo las cosas entre bien y muy bien, traza con amarga elocuencia el nivel infame de este país donde poco se lee, muy poco se razona y en nada se reconoce el mérito de quienes trabajan, dejándose a menudo la osamenta, en la industria cultural.

En los años de existencia de SomNegra, Miguel Ángel Díaz hizo todo lo humanamente posible para que esta librería –algo más que, simplemente, su proyecto-- se mantuviera a flote: combinó tienda física con tienda en línea, organizó presentaciones y eventos, viajó a cuantos certámenes pudo, participó en mesas redondas, festivales y ponencias, tuvo su propio festival de novela negra y, sobre todo, lo más importante, Miguel Ángel nunca dejó de ser uno de los nuestros. Un entusiasta antes que un librero. Un lector antes que un vendedor. Un consejero antes que un comercial.

Todo lo que hizo, lo hizo movido por una pasión que se contagiaba: la del fan, la del devorador compulsivo de letra escrita, la del que sabe de lo que se habla, cuando se habla de noir.

Por eso, hoy duele especialmente ver ESTE VÍDEO donde Miguel Ángel, visiblemente afectado, agotado, vencido, visiblemente hasta el santísimo epicentro de sus cojones, anuncia un cierre que se suma --uno más-- a las numerosas librerías que ya no existen en esta ciudad siempre tan necesitada de Zaras, Mangos, tiendas de esmalte de uñas y chiringuitos para alquilar bicis y monopatines.

Y, claro, así de lindamente nos va.

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