Soledad beoda, vergüenza insalvable,
tristeza oceánica, reproches hacia uno mismo; ella te dejó y aquí estás,
amorrado a una botella, el corazón hecho añicos, sin más calor que el de esta
desangelada barra de bar pegajosa de barato whisky derramado y cáscaras de
frutos tan secos como tu corazón.
Con esta premisa, encarábamos, el
pasado viernes, un especial San Valentín de hombres que lloran por su fracaso y
maldicen su maldita mala suerte en clave de Blues y Rhythm and Blues y que, con
la puntualidad de un abandono indeseado, tiene ya disponible en el PODCAST de
marras.
Ains.
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