lunes, 3 de febrero de 2020

Tardes de chapa en Jesus Disc



Jordi Calvo era, para mí, todo lo que un Mod podía aspirar a ser. Trabajaba en una tienda de discos donde iba siempre impecable, con sus pantalones de talle bajo de pata de gallo, sus impolutos zapatos de ante, sus gafas de sol y su pluscuamperfecto peinado. Caminaba por la calle con ritmo, como si estuviese bailando mil canciones que pasan, una tras otra, por una cabeza amueblada con la mejor banda sonora del planeta. También tocaba y cantaba en una banda, Los Bretones, que eran de los nuestros cuando, en Barcelona, ya no quedaban de los nuestros.

Jordi tenía garra, tenía feeling, tenía the knack. Tenía lo que hay que tener, tanto en la calle como encima de un escenario. Era el tío al que, al menos yo, pero sospecho que unos cuantos más, queríamos parecernos cuando fuésemos algo más mayores, pero jóvenes para siempre.

Y también tenía labia, claro. Y paciencia, mucha, sobradamente demostrada durante todas aquellas tardes en que aparecíamos por la tienda de discos donde trabajaba, Jesus Discs, para darle la brasa y  preguntarle por mil y un temas: grupos, ropa, weekends, fanzines. Ya saben.

Más aún, Jordi apuntaba maneras como compositor y óptimo cantante de Pop. Podría haber llegado lejos, si no hubiese sido por una cierta querencia al autosabotaje y por un contexto adverso, donde, en el momento de despegar, tenía en contra a un mercado fuertemente orientado a la electrónica y a un establishment político empeñado en que sólo prevalecieran criterios lingüísticos, a la hora de brindar algún tipo de empuje al Pop manufacturado aquí.

Pero él, lejos de amilanarse –mil ideas ebullendo en su quijotera, perenne culo inquieto, más nervio que un bistec del Carrefour--, no dejó de hacer música y, disueltos Los Bretones tras su espléndido único álbum, “Melody Pop”, se embarcó en varias aventuras (Browbeat, Quién Mató a Brian Jones, Canary Sect) hasta facturar, al cabo de unos años, un excelente disco al frente de Berti Laski, que parecía el comienzo de algo que nunca logró acabar de alzar el vuelo.

Una imperdonable negligencia médica rompió, hace unos diez años, su vida, llevándole a ser intervenido de extrema urgencia en un quirófano donde por muy poco no se queda ahí, y relegándole, a partir de entonces, a un estado lamentable de salud que fue minándole hasta acabar, anoche, de apagar su llama.

9 comentarios:

  1. Yo trabajé con él en Jesús Discs. He intentado muchas veces saber de él, pero no fue posible. Encontraba cosas de sus tiempos con Los Bretones pero nada más. Y hoy me encuentro esto.... Ahora estoy desolado. D.E.P Jordi!!

    ResponderEliminar
  2. Jordi llevaba ya muchos años sin casi pisar la calle, Santos. Pero al menos estuvo rodeado de buenos amigos y del cariño de su pareja. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Me reconforta que tuviera la mejor compañía. Gracias, un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Una gran pérdua. Inconfusible el seu caminar i la seva manera d'estrényer la mà...

    ResponderEliminar
  5. Lamento su perdida Alberto. Todavía recuerdo cuando Fernando me regalo la primera maqueta de los bretones para que la escuchara y muchas veces vi a Jordi en la calle Tallers asesorando a todo aquel que tuviera alguna duda con algúna disco.
    Jordi era un auténtico mod que mereció mejor suerte en un mundo tan cruel como es el del pop. Se nos va una parte importante de la escena neosixties de Barcelona. Descanse en paz.

    ResponderEliminar
  6. Yo trabajé con él en discos Jesu,s y nunca olvidaré esa manera suya de caminar .Hace muchos años que no sabia de el pero me ha dado mucha pena leer la noticia...descansa en paz Jordi!

    ResponderEliminar
  7. Nosotros, Sister Glam...tocamos con los Bretones en Terrassa. Gran persona, cercano y nunca sectario porque nosotros no fueramos mods.impecable en su imagen tanto interior como exterior. A mi siempre me recordó a Steve Marriott sonre el escenario.DEP

    ResponderEliminar
  8. Conocí a Jordi en 2004 gracias a Eva Penelope,su amiga de siempre,. No olvidaré su conversacion amena y entusiasta y ,sobre todo,su carisma como persona y musico. Directo, luchador y con un humor alocado. Compartí aficiones y amistad desde Granada y su falta entre nosotros serà dificil de superar. Gracias por todo Jordi. Siempre en mi corazón

    ResponderEliminar