Sonaron cosas facturadas en 1961,
y cosas facturadas en 1973, y otras que se grabaron en 1975, y otra muy chula
de 2006. Sonó material acomunado por tres denominadores comunes: el jazz como
hilo conductor, una coolness irresistible y su perfecta cabida en pistas de
baile, lejos de los aburridos, los cenizos y los onanistas que viven el jazz sin pies, sin
alma y sin chasquear los dedos. Como quien contempla una porcelana de la dinastía Ming.
José Ángel Díaz Durán, JADD,
cumplió con el vaticinio de enamorar oídos, con una sesión que ya ha engordado
alguna que otra wantlist y que, gracias a Rakel Escalada y Edu Domínguez,
pueden escuchar en este fenomenal PODCAST de aquí.
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