Nuestras autoridades, que como
todos sabéis velan por nosotros y por nuestra salud y tienen nuestro bienestar
como primera y única prioridad, cierran el ocio nocturno. Ergo, queda cancelada
la celebración de la nochevieja Rhythm and Soul del New Underground.
Todo esto nuestros gobernantes lo
hacen exclusivamente por nuestro bien, como siempre han venido haciendo desde
tiempos inmemoriales. Y es que estas medidas responden únicamente a criterios de
salud respaldados por incontestables estudios científicos sufragados, con toda
generosidad, por determinadas ONGs, también llamadas fondos de inversión. Las
mismas que se quitan el pan de la boca para invertir en las farmacéuticas que
manufacturan los útiles remedios que comercializan, por un precio justo que se
refleja, como es de ley (concretamente, la de libre mercado), en sus cuentas de
resultados. Las mismas que, además, para que todos entendamos bien qué es lo
que nos conviene hacer, decir y pensar, salvándonos así de posibles errores de
concepto, tienen comprados los grupos de comunicación que elaboran las noticas
que consumimos. Y como son muy buena gente, les queda propina para hacer llover
cientos de millones de euros a los médicos (a los españoles, en concreto, 600
millones del ala) y que éstos también colaboren en esta desinteresada batalla
por el bien común.
Así que cuando en Nochevieja estemos
en casa a la 1am, entretenidos ante el edificante espectáculo de alguna gala
televisiva, respetando el necesario toque de queda, sin poder salir a bailar y
brindar y abrazar a amigos y compadres, no nos compadezcamos. Al contrario, aplaudamos
a nuestros gobernantes por su bien hacer.
Y cuando salgamos a la calle no
olvidemos ir con la mascarilla puesta todo el día, obedecer a todo lo que se nos
diga sin poner nada en tela de juicio y demostrar lo buenos y dóciles ciudadanos
que somos, esgrimiendo el pasaporte con el preceptivo código QR que así lo
acredita.
Nos vemos en esa cojonudísima maravilla
de 2022 que ya se ve venir.