Con su esperado debut literario, “Collado:
la maldición de una casa de comidas”, bajo el brazo, Carles Armengol se atiza
unos quintos en El Bar del Post para hablar de crecer al otro lado de la barra,
de una generación a la que la crisis de 2008 cortó las alas, de buscar la
singularidad y la rareza como forma de vida, de gastar la pista de baile en aquellas
noches del Magic in the Air y de una Barcelona a la que ha aprendido a odiar
menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario