La escritora y trabajadora social Núria Queraltó se toma una caña bien fría acodada a la barra de El Bar del Post, para hablar de la necesidad de hallar un propósito en la vida, de reír mucho y llorar más aún, de saberse reinventar y de una Barcelona que, pese a su masificación turística, ha sabido preservar muchos rasgos de su cultura popular.
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